Bankruptcy attorney
 
Go to top of page  INICIO | ORGANIZACIÓN | INSCRIPCIÓN | MÓDULO 1 | MÓDULO 2 |
 
Inauguración del Curso
IMÁGENES
  

Aspecto general de la Sala

De izquierda a derecha, Cándido Román (Vicerrector de Extensión)
Urbano Medina (Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de La Laguna)
Ángel Gutiérrez (Rector de la Universidad)
Luis Vega (Director del Curso)


Carolina Martínez Pulido presentando a Inés Rodríguez, la primera conferenciante.

Los alumnos siguen la conferencia de Inés.

José María Riol en un momento de la conferencia.

Aspecto de la sala en otro momento de la conferencia de J. M. Riol.

Discurso de apertura
Me corresponde dirigirme a todos ustedes en la quinta edición de un curso interdisciplinar dedicado a la difusión de la Ciencia y la lucha contra los mitos, las falsas creencias y las pseudociencias, en el marco organizativo del Vicerrectorado de la Extensión Universitaria y contando por primera vez con el patrocinio y la colaboración sustancial del Ayuntamiento de La Laguna.

Me dirijo a ustedes como Director del curso. Es esta una responsabilidad que me ha tocado casi por turno rotatorio. Me corresponde este año a mí como le correspondió antes, sucesivamente a los profesores Carlos Álvarez, José Maria Riol, Néstor Torres y Luis Díaz Vilela, y como le corresponderá a otros en años venideros. Porque este es un curso que no es de los denominados de director. Detrás de la organización del mismo hay un colectivo de profesores, investigadores y gente inquieta, que en torno a una lista de correo de personas preocupadas por el uso indebido e inexacto de la ciencia para justificar absurdos, creencias irracionales y negocios basados en la mentira, decidió un día dar un paso más y Plantar Cara a la creciente difusión en nuestra sociedad de la superstición, el esoterismo y la irracionalidad, frecuentemente disfrazadas de ropaje científico, sin que parezca que a nadie le importe.

Hemos venido resaltando en estos años lo paradójico que resulta que en una civilización fuertemente basada en el desarrollo de la Ciencia y la tecnología, proliferen, más que nunca, los movimientos irracionales que ahondan en los más primitivos miedos y fantasías del ser humano. Lejos de esconderse, estos movimientos exhiben sus propuestas (normalmente comerciales) en los medios de comunicación, en libros y novelas que presentan auténticos programas de vida, remedios infalibles y curas maravillosas, basados en afirmaciones sobre las que no se dispone de la menor evidencia. Sin contar los horóscopos, un periódico local esta mañana contenía casi 50 anuncios por palabras de una variada gama de temas que van desde la sanación por imposición de manos, hasta los exorcismos y la videncia.

En este panorama, nos hemos planteado que los instrumentos para frenar la irracionalidad empiezan por la divulgación de la ciencia. La educación en un pensamiento crítico.

Esta actividad, la divulgación de la Ciencia, tiene socialmente sentido por sí misma. Los estados reconocen en sus programas científicos que es conveniente para la sociedad que los hombres y mujeres de la calle (los no especialistas) conozcan un mínimo necesario de las bases de la Ciencia en la que se soporta materialmente la vida moderna. Lo contrario, conduce a una suerte de analfabetismo que genera ciudadano incapaces de entender el mundo en el que viven. La divulgación, además conviene también a los que se dedican profesionalmente a la ciencia, por ser el único medio de acercarnos a disciplinas distintas de aquellas en las que trabajamos. Sin embargo, hay relativamente pocos esfuerzos colectivos por hacer divulgación, que suele quedar al albur de los esfuerzos aislados de algunos pocos.

No es ese el caso de nuestra Universidad. Estando como estamos muy lejos de lo que sería deseable, hay al menos dos iniciativas colectivas que al amparo de programas de actuación estable funcionan en nuestra Universidad: El aula Cultural de Divulgación Científica, y lo que se hace al abrigo de los Cursos interdisciplinares.

Tenemos la sana ambición de ser una referencia en esta materia para otras universidades y centros educativos. Y algo se va consiguiendo en este sentido. El curso, con formato casi idéntico ha sido copiado o intentado emular por otras universidades españolas y extranjeras.

Este año el curso cuenta como novedad con el patrocinio del Ayuntamiento de La Laguna. Esto justifica que estemos en este local, una muy antigua casa lagunera que tiene para algunos de nosotros un enorme significado simbólico. Estamos en el centro mismo del alma de una ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Y es una ciudad universitaria. Que el Ayuntamiento y la Universidad colaboren es una necesidad lógica demasiadas veces soslayada. Que colaboren en hacer llegar la Ciencia a la gente de la calle es además una "aventura conjunta que sólo puede dar beneficios". El señor Concejal, que de esto sabe más que yo, estoy seguro que compartirá esta opinión.

Es de justicia que me dirija al señor Rector para agradecerle, con toda sinceridad, el apoyo que a lo largo de su mandato ha venido dando a este curso. Me consta que ese apoyo proviene de sus propias convicciones sobre el papel que la divulgación científica debe jugar en la Universidad. Le aplaudo por ello y me permito aventurar que cuando pasen los años, quedará en la memoria de muchos, más que las actuaciones en cuestiones concretas de política universitaria (que con seguridad le tendrán atribulado estos y todos los días), aquellas otras que produjeron los frutos de crecimiento lento pero sólido, de lo que está conceptualmente bien fundado y es bueno para la Universidad y para la sociedad, como son este tipo de iniciativas.

A lo largo de cuarenta charlas repasaremos algunos de los grandes logros del intelecto humano. La Ciencia se construye con grandes descubrimientos, pero sobre todo con muchos pequeños pasos, pacientes y reflexivos en una misma dirección. Dudando de nuestras propias capacidades hasta que no estamos seguros de afirmar algo de un modo razonablemente fiable y entonces lo sometemos a otros colegas. Que saben lo que nosotros. Para que lo critiquen y perfeccionen.

Insistiremos en lo que es método científico y su aplicación a diferentes ramas del conocimiento. Y trataremos algunos de los tema más llamativos de las pseudociencia.

No se crean lo que les contamos. Cuestiónenlo. Intenten entenderlo. Procuren ser críticos con lo que les exponemos. Sólo así se consigue la comprensión de las cosas. El auténtico aprendizaje.

Educar presupone la confianza en que nos podemos mejorar, unos a otros, trasmitiéndonos conocimiento. Ese es el ánimo con el que impartimos este curso cuantos lo damos, y el reto que nos ponemos al comenzarlo.

Luis Vega
 
Go to top of page  INICIO | ORGANIZACIÓN | INSCRIPCIÓN | MÓDULO 1 | MÓDULO 2 |