LA OPINIÓN PÚBLICA Y LAS INSTITUCIONES SOCIALES ANTE LA CIENCIA Y LAS PSEUDOCIENCIAS

Los avances científico-tecnológicos en diferentes campos y ramas ofrecen casi todos los días noticias a los medios de comunicación y se convierten en temas de conversación y de discusión en distintos ámbitos sociales, suscitando reacciones diversas por parte de sectores diferentes de la población y la ciudadanía. Además, la intervención de científicos y técnicos en cada vez más asuntos que afectan a la sociedad en su conjunto –y, en muchos casos, al conjunto de la humanidad- ha puesto bajo la mirada de la opinión pública, bajo su escrutinio y evaluación, a los conocimientos científicos, a las tecnologías y a las instituciones científicas. La sociedad necesita -y la opinión pública exige a los científicos y técnicos- conocimientos y soluciones a los distintos y graves problemas derivados de nuestra compleja civilización desarrollada y tecnológica.

Sin embargo, esta dependencia cada vez mayor de la ciencia y la tecnología para la supervivencia de los modos de vida de las sociedades del bienestar occidentales no lleva consigo el apoyo incondicional a la ciencia y a la investigación científico-tecnológica por todos los sectores y ámbitos sociales. Las ciencias y las tecnologías son actividades que se llevan a cabo con los recursos públicos y privados disponibles en la sociedad y, por ello, sus desarrollos y sus logros están condicionados por el volumen y la orientación de dichos recursos, tanto los económicos como los humanos. Si el avance y desarrollo de la ciencia y la tecnología depende de la sociedad, tanto de los agentes económicos como de los responsables políticos, es deseable que sea la sociedad, especialmente la sociedad civil, la encargada de tomar las decisiones que afectan tanto a la orientación de la investigación cuanto a los recursos económicos y humanos necesarios para llevarla a cabo.

Difícilmente podrá la sociedad tomar decisiones acerca de la investigación científica y los desarrollos tecnológicos si no dispone de información suficiente acerca de la ciencia. Por una parte, ello supone la necesidad de que las instituciones encargadas de hacer ciencia y tecnología se preocupen por establecer canales de comunicación con la sociedad, especial pero no exclusivamente a través de los medios de comunicación social. Por otra parte, supone hacer frente, desde diversos ámbitos sociales y también desde los medios de comunicación social, al auge del irracionalismo y de las pseudociencias y paraciencias que en los últimos años se han extendido de modo espectacular, no sólo entre la población con niveles de estudios bajos sino también entre los estudiantes y titulados universitarios.

En este ciclo de conferencias se va a abordar las diversas formas en que se relaciona la sociedad con la ciencia y las pseudociencias. Los procesos de construcción y distribución social de la ciencia y las pseudociencias, el estudio de cómo el Derecho y las leyes consideran a la ciencia y las pseudociencias, especialmente cómo protegen a la ciudadanía en los casos tan frecuentes de estafas y engaños procedentes de los diversos “profesionales” de las pseudomedicinas o la adivinación, y las diferencias entre la psicología popular, entendida como la forma en que desde el sentido común explicamos nuestros comportamientos y los ajenos, y la psicología científica son temas que se abordan explícitamente en diferentes charlas. Se dedicará un espacio especial a los desarrollos de la biología y la biotecnología respecto a dos cuestiones que ocupan un amplio espacio en los debates actuales y las preocupaciones sociales sobre la investigación científica: los alimentos transgénicos y la clonación. Además, se abordará el papel del Estado en la investigación científica, especialmente el caso de España. Dado el importante papel que la divulgación científica tiene en la formación de la población, se expondrá la obra de tres importantes divulgadores de la ciencia de relevancia mundial. Por último, se debatirá, con profesionales de los medios de comunicación, el tratamiento que éstos dan tanto a la ciencia como a las diferentes pseudociencias.

TERESA GONZÁLEZ DE LA FE

Volver al módulo 2

Yo me explico, tú me explicas, la ciencia nos explica. Psicología popular y psicología científica.
Cotidianamente, explicamos la conducta propia y ajena recurriendo a nuestro conocimiento ordinario. Estas explicaciones constituyen lo que se ha llamado psicología popular o de sentido común y en los últimos años han surgido debates sobre si ese conocimiento de sentido común es o no una teoría empírica, sobre su validez y sobre sus posibilidades de cambio o eliminación a favor de las explicaciones de la psicología científica. Si algo caracteriza a la psicología popular es su peculiar metodología, la introspección, que tiene consecuencias importantes en la visión metafísica que nos da de los individuos y que la opone a la psicología científica. A través de la introspección sólo accedemos a una parte de nuestra vida mental, la conciencia. Pero los estados conscientes son el resultado de los procesos mentales, no los procesos mismos, y a estos no podemos acceder con el método introspectivo. Como resultado de esta limitación, tenemos la idea errónea de que nuestros estados mentales y nuestras conductas son controlados por nosotros mismos a través de la voluntad libre, y por ello no explicamos la acción como resultado de una cadena de causas, sino que la justificamos atendiendo a las razones que hemos tenido para actuar de esa manera. Frente a estas explicaciones intuitivas, cualquier conocimiento que pretenda ser conocimiento psicológico aplicará el método científico para explicar la cadena de causas que determina nuestras acciones, nuestro conocimiento sobre los estados mentales propios y ajenos serían funciones cognitivas que han de explicarse, y la idea de voluntad libre se entenderá como el resultado de nuestra ignorancia de las causas.
Rosario Hernández Borges

Volver al módulo 2

DNA, RNA Y GENOMA: VOCABULARIO BÁSICO.
A lo largo de la historia, la ciencia ha contribuido no sólo a cambiar la vida de la sociedad, sino a sorprenderla y muchas veces a aterrarla. Este temor a la ciencia es debido sobre todo, a la falta de información que una persona corriente posee sobre los adelantos científicos; siendo esta desinformación consecuencia a su vez, de la escasa divulgación científica y la especialización que cada vez más sufre la ciencia, alejándose en apariencia de lo cotidiano y haciendo ésta aún menos compresible. En nuestros días, los adelantos en informática y en biología son el estandarte del avance científico; siendo de gran importancia para el ciudadano de a pie conocer su utilidad, aplicación y peligros potenciales, evitando así caer en engaños o malos usos por parte de la sociedad. En esta conferencia se explicaran las bases de lo que comúnmente se denomina Ingeniería Genética, dando a conocer los principales conceptos (DNA, RNA, Genoma...) y las técnicas básicas que son usadas en esta disciplina (Enzimas, PCR, Vectores...).
Aaron Cabrera Asensio

Volver al módulo 2

CLONACIÓN Y TERAPIAS GÉNICAS: POSIBILIDADES Y RETOS (I Y II)
El avance espectacular que las ciencias de la vida han experimentando a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y del que somos testigos forzosos a través de los medios de comunicación un día sí y otro también, obliga alciudadano consciente a un doble ejercicio de formación y de reflexión. Ejercicio de formación en primer lugar, porque sin ideas claras de los conceptos que subyacen a términos como terapias génicas, ingeniería genética o biotecnología nunca se estará en condiciones de entender el significado y la transcendencia de sus aplicaciones y por ende del mundo y la sociedad del siglo XXI. Formación que es necesaria también para informar la urgente reflexión sobre las implicaciones sociales, económicas y éticas de estos desarrollos. Por primera vez en su historia la Humanidad está en condiciones de manipular su propio material genético. Junto a este inmenso poder surgen preguntas inquietantes: ¿es admisible que se patente la vida?; ¿estamos autorizados a modificar la vida en algún sentido?; ¿podemos aspirar a tener clones de nosotros mismos?; ¿podemos alterar de algún modo nuestra descendencia? A lo largo de estas dos lecciones se introducirán, de manera inteligible para el no iniciado, los conceptos que permiten entender los fundamentos que esta nueva revolución tecnológica y se presentarán algunas de las líneas de reflexión ética abiertas por la biotecnología y sus aplicaciones.
Néstor Torres

Volver al módulo 2

EL ESTADO Y LA INVESTIGACIÓN CIENTIFICA
Resulta paradójico que viviendo en una sociedad absolutamente dependiente de la ciencia y de la tecnología, estamos organizados de tal manera que casi nadie entiende de ciencia. Carl Sagan decía que sin progreso científico no hay esperanza para crear riqueza para los ciudadanos, para mejorar nuestras vidas, ni para mantener nuestras libertades contra la tiranía. Los líderes de los países más avanzados reconocen que la economía depende de la inversión en la educación y en la investigación científica basada en la curiosidad. Los gobiernos democráticos protegen tal curiosidad creativa defendiendo la libertad para investigar, para hablar, para votar, para publicar, para viajar. Y es que la curiosidad es el motor de la ciencia, la savia de la civilización actual.
En España no tenemos masa crítica en casi ninguna de las ramas de la ciencia por lo que no es extraño que seamos uno de los países que menos ciencia crea de la OCDE. En el caso de Canarias, somos una de las regiones europeas de la cola en cuanto a la producción científica de calidad. Muy pocos investigadores y científicos de Canarias tienen una proyección internacional de reconocido prestigio. Tanto en las universidades como en los hospitales, los folios de papel escrito se amontonan en los archivos, que según Milan Kundera, "son más tristes que un cementerio, porque en ellos no entra nadie ni siquiera el Día de los Difuntos". Si la experiencia demuestra que para hacer buena ciencia se necesita una planificación seria, suficiente dinero e instalaciones adecuadas y dotadas con los necesarios recursos humanos y materiales, es lamentable que el gobierno de nuestra Comunidad haya dedicado menos del 0.2% de su presupuesto para financiar la investigación científica, técnica y aplicada en todos los campos de la ciencia, una cantidad equivalente a lo que costaría hacer 2 km de carretera.
El intelectual y el científico son figuras ridiculizadas en nuestra tierra. Muchos investigadores en nuestro país han denunciado en varias ocasiones que los responsables de la ciencia en España no sean científicos. Nuestro futuro a largo plazo depende del entendimiento y apreciación que de la ciencia tengan nuestros ciudadanos. En la próxima generación necesitaremos investigadores no sólo expertos en sus respectivas áreas sino expertos también en el papel que la ciencia tiene en la economía, asuntos internacionales y en la política de nuestro país. Nuestra mayor amenaza no será entonces el analfabetismo científico de la comunidad sino el analfabetismo político de nuestros investigadores.
Jesús Villar

Volver al módulo 2